intervención pedagogíca en la educación no formal
1. LA EDUCACIÓN NO FORMAL EN MÉXICO
Hacia fines de los años sesenta empezó a ser frecuente en la literatura pedagógica el uso de las expresiones “educación informal” y “educación no formal”. En principio se usó ambas, e indistintamente, para denominar la educación generada fuera de la escuela; esto es, el sector del universo educativo restante del estrictamente escolar. Sin embargo, la gran extensión y la heterogeneidad interna en tal sector fuerzan enseguida a establecer distinciones también en él (Trilla Bernet).
De acuerdo con Selva Artigas, esta innovación surge del proceso de crítica creciente que se realizó desde entonces a la educación institucionalizada y que en algunos casos propone la desescolarización (Illich y Reimer). Esta crítica, en primera instancia, llevó a reconocer que la educación institucionalizada es sólo una parte de lo educativo.
Si admitimos con Durkheim que “la educación es la acción que ejercen las generaciones adultas sobre las que no están maduras para la vida social. Tiene por objeto suscitar y desarrollar en el niño un cierto número de estados físicos intelectuales y morales, que exigen de él la sociedad política en su conjunto y el medio especial, al que está particularmente destinado”, tendremos que reconocer que ni toda la educación se vehiculiza mediante instituciones específicas, ni la escuela es la única de ellas.
Esta apreciación no es nueva, ya Montesquieu citaba tres formas de educación: “...recibimos tres educaciones diferentes, si no contrarias: la de nuestros padres, la de nuestros maestros y la del mundo. Lo que nos dicen en la última da al traste con todas las ideas adquiridas anteriormente”.
Hechas estas consideraciones en el presente, resulta evidente que la cantidad de información, la transmisión de valores y de actitudes comunicadas por la prensa, las revistas, el cine, la T. V., la radio, exceden largamente a la cantidad de información y probablemente al poder formativo logrado por la escuela actual y aún la familia. Mc Luhan dice, respecto a ese caudal de información de los medios masivos de comunicación, que ha derribado los propios muros de las aulas. Por tal motivo se ha llamado a la sociedad actual “sociedad de conocimientos”.
Según Mouriño Mosquera “la necesidad de nuevas formas de educación se advierte en los deseos de las personas para poder continuar de algún modo sus estudios y obtener conocimientos. También los medios de comunicación de masas provocan nuevos deseos, en cierta manera uniformizan valores y perspectivas de futuro. La evolución de las sociedades afecta a las familias y a las comunidades y aspectos tales como Educación para la salud, el ocio y la recreación, ya son parte de lo cotidiano”. Para los autores de “Aprender a ser” la mayor dificultad en el enfrentamiento del desafío de la situación actual “radica en no saber cómo adaptarse a esta época enloquecida sin destruir las estructuras y valores sociales más nucleares y sólidos, parece una verdad razonable que las sociedades no pueden permanecer inmutables como tampoco soportar cambios demasiados bruscos (como de hecho está aconteciendo)”.
Frente a estas consideraciones es dable preguntarse si la educación, desde una sola de sus modalidades – la “Educación = Escuela” como dogma fundamental de los sistemas educativos modernos -, puede enfrentar satisfactoriamente los desafíos de la hora actual y desconocer la incidencia favorable o desfavorable de los otros, en la compleja red de los intercambios sociales desde el nivel local al nivel universal. Mouriño Mosquera sostiene el punto de vista de que la educación formal, por sí sola, no está dando actualmente la respuesta a problemas verdaderamente esenciales.
“Se siente en ellos (autores como Lucena – 1981, y Ortiz – 1981) la voluntad de ampliar y valorizar un campo educacional que no puede, no debe, ser ligeramente tratado, especialmente cuando la mayor parte de la población de los países dependientes es doblemente pobre: este es, pobre en su sobrevivencia y pobre en su conocimiento”.
“A partir de esta problemática se comienzan a señalar las fallas de la Educación formal, y en algunos casos, si impotencia, por esto se admite que las soluciones deben intentarse en otras formas de educación, entre ellas la informal (adquirida por las personas durante toda su vida a través de actitudes, valores, aptitudes y conocimientos; a partir de su experiencia cotidiana y de las influencias de su medio) y la no – formal (adquirida por las personas a través de la actividad educacional organizada que esté situada fuera del sistema de ecuación formal). En estas posibilidades se encontrarán caminos que ya están siendo transitados y que pueden constituirse en reales formas innovadoras de acción pedagógica (Mouriño Mosquera).
La educación se fue dando como un proceso naturalmente integrado al conjunto de la vida social; de ahí que su primera forma responde al o que hoy la ciencia pedagógica denomina educación informal.
Más adelante, las propias características de la vida social hicieron necesaria la emergencia de la educación institucionalizada, es decir, educación formal.
“En las sociedades primitivas la educación era múltiple y continua. Se fundaba al mismo tiempo en el carácter, las aptitudes, las competencias, la conducta, las cualidades morales del sujeto, que más que recibir educación se puede decir que se educaba él mismo por simbiosis. Vida familiar o vida de clan, trabajos o juegos, ritos, ceremonias, todo constituía, en el curso de los días, una ocasión para instruirse: desde los cuidados maternales a las lecciones del padre cazador, desde la observación de las estaciones del año a la de los animales domésticos, desde los relatos de los ancianos a los sortilegios del chamán...” “Estas modalidades informales, no institucionales del aprendizaje, han prevalecido hasta nuestros días en vastas regiones del mundo, donde constituyen todavía en único modo de educación de que disponen millones de seres. En definitiva, las sociedades escolarizadas contemporáneas no se diferencian tanto de las demás como pudiera parecer a primera vista, ya que es cierto que el niño – y el adulto – recibe y toma siempre directamente, existencialmente, una gran parte de su educación de su ambiente, de su familia y de su sociedad: acervo tanto más importante en cuanto condiciona la receptividad para la enseñanza escolar, la cual a cambio proporciona al enseñando la “cuadrícula” que le permitirá ordenar y conceptualizar los conocimientos que él toma de su ambiente” (Aprender a ser).
1.1DEFINICIÓN DE LA EDUCACIÓN NO FORMAL
La sujeción y la formación son parte de la condición oximorónica1 de la educación. Se dan simultáneamente, aunque en distintas proporciones, y su composición oximorónica no sólo depende de los montos de racionalidad instrumental y emancipadora que la orientan, sino también del formato que la estructura, es decir, la formalidad e informalidad con que ocurren. Estamos hablando del espectro taxonómico de educación que la concibe como educación formal, en un extremo; educación informal, en el otro; y en un punto intermedio, la educación no formal.
Antes de pasar a definir y caracterizar cada uno de estos tipos de educación, nos detendremos para examinar un concepto más amplio que nos permitirá contextualizar en un horizonte más amplio a dichos formatos de educación. Nos referimos al concepto de educación permanente.
La idea de la educación permanente y del aprendizaje a lo largo de toda la vida, junto con ideas como la de una “sociedad del aprendizaje”, se ha vuelto popular entre los políticos y los hacedores de políticas públicas de un gran número de países. Sin embargo, su uso extendido no ha sido suficiente para que adquiera la univocidad necesaria, por lo cual se hace indispensable su dilucidación.
La idea de una educación permanente2 fue por primera vez plenamente formulada por Basil Yeaxlee (1929), aunque ya había sido esbozada en Francia tiempo antes. Fue una idea central de la UNESCO en 1970 y se difundió en todo el mundo con el trabajo de Edgar Fauré y su equipo en 1975. Las características más sobresalientes de los textos publicados al respecto, hasta fines del siglo pasado, eran que la educación permanente involucrada de la acción de todas las agencias educativas, grupos e individuos comprometidos en cualquier tipo de actividad de aprendizaje y descansando en la creencia de que los individuos son, o pueden convertirse en dirigentes de sus propias vidas.
Educación formal
La Educación formal es la transmisión deliberada y sistemática de conocimientos, habilidades y actitudes dentro de un formato explícito, defi nido y estructurado para el tiempo, el espacio y el material, con un conjunto de requisitos establecidos para el maestro y el aprendiz tal y como están tipifica cados en la tecnología de la escolarización (Coombs y Ahmed, 1974). Es la acción institucionalizada con base en un currículum establecido. Es la educación en la cual el aprendiz cede su autonomía, se inscribe en un programa y acepta la disciplina externamente impuesta de éste (Rogers, 2004).
La mayor parte de los estudios e investigaciones educativas están centrados en esta modalidad educativa. Es la más conocida y su agenda temática es muy reiterativa debido a que cada vez pierde más legitimidad como encuadre formativo, principalmente por el hecho de que cada vez se le descubren más defectos y dispositivos encubiertos y malintencionados.
Educación no formal
La educación no formal es la transmisión deliberada y sistemática, con dispositivos más flexibles (Coombs y Amhed, 1974). Es una educación sistemática y a la carta. Puede consistir, ocasionalmente, en una participación voluntaria de sujetos en eventos de enseñanza incidental en la cotidianidad (Smith, 1999). Es una modalidad educativa breve, específica, de tiempo parcial y ciclos cortos, individualizada, práctica, centrada en productos concretos de aprendizaje, etc.
Es la educación en la cual el aprendiz se inscribe en un programa de aprendizaje persistente pero amoldado a sus circunstancias (Rogers, 2004).
El concepto de educación no formal empieza a tener un espacio en la reflexión pedagógica a partir de finales de los años 60, más concretamente de la Conferencia Internacional sobre la Crisis Mundial en la Educación de 1967 y, sobre todo, con la publicación de la conocida obra de Coombs “La Crisis Educativa Mundial”, en la que se plantea la necesidad de nuevos medios educativos, diferentes a los escolares, que hagan frente a la crisis que estaba atravesando este sistema educativo.
La educación no formal implica una fuerte exigencia de relación a los intereses y necesidades de sus destinatarios y una disponibilidad para responder a sus necesidades, encomienda que la constituye como una educación en auge y una prioridad de futuro.
La actual sociedad del conocimiento obliga a un aprendizaje permanente, de tal modo que cada vez más la población adulta toma parte en actividades de aprendizaje organizado a través de su curso vital. El aprendizaje no formal se ha incrementado sustancialmente en “actividades tales como cursos residenciales, tours de estudio, gimnasios, clubes deportivos, manuales terapéuticos de autoayuda, gurúes gerenciales, redes electrónicas y videos auto-institucionales”
(Field, 2000:45). La educación no formal es parte importante de la reflexividad de la sociedad posmoderna, llegando a constituirse cada vez más en una paideia, generando oportunidades educativas en espacios como museos, empresas y organizaciones de trabajo, sindicatos, clubes de tiempo libre, asociaciones, ciudadanos, etc. (Saramona, 1998:20).
Sin embargo, el aprendizaje a través de toda la vida (lifelong learning) está produciendo nuevas y poderosas desigualdades, ya que “en la economía basada en el conocimiento, aquello que tienen los niveles de habilidad más bajos y la capacidad más débil para actualizarse constantemente son quienes probablemente encuentren un empleo pagado” (Smith, 2001:6).
Educación informal
La educación informal es la transmisión incidental, sin dispositivos (Coombs y Amhed, 1974). Es una educación en la cual el aprendiz determina lo que quiere aprender, el tiempo que quiere aprender y hasta que quiera aprender (Rogers, 2004). Es la acción difusa y no planificada que ejercen las influencias ambientales, tales como la familia, el trabajo y los medios de comunicación. Es el conocimiento libre y espontáneamente adquirido proveniente de los medios masivos de comunicación. Un teórico inglés del siglo XIX, James Hole (1860) hablaba de “educación social” refiriéndose a lo que entendemos como educación informal, y la definía como una educación incidental, espontánea, de agencias (por ejemplo, los medios masivos de comunicación actuales) que con un mayor o menor grado de deliberación y sistematicidad, hacen las veces de educadores, y su acción puede concebirse como una acción educativa que logra su audiencia ocasional a través de la seducción de sus discursos.
Smith (1997:1) caracteriza a la educación informal trabajando a través y Siendo dirigida por la conversación, involucrando la exploración y la amplificación de la experiencia, aconteciendo en cualquier lugar. Para Castro Rosales y Balzaretti (2000) es todo conocimiento libre y espontáneamente adquirido, promovido en la cotidianidad, proveniente de entidades, personas, medios masivos de comunicación, medios impresos, tradiciones, costumbres, comportamientos sociales y otros comportamientos no estructurados. De Castilla Urbina (2005) la incluye dentro de la educación extraescolar y la concibe como una educación refleja que emana de las relaciones sociales en todos los escenarios de la vida social, desde las relaciones en la familia hasta las concentraciones políticas o deportivas. Para Marques Graells (1999), los medios de comunicación son un medio de la educación informal que se han convertido en poderosos agentes educativos que, al aumentar el tiempo que dedicamos a ellos, aumenta su potencialidad formativa.
Rogers (2004) distingue entre educación informal (aprendizaje intencional y asistido), y aprendizaje informal concibiendo a éste como “siendo todo ese aprendizaje incidental, estructurado, intencional pero el más extenso y la parte más importante de todo el aprendizaje que todos hacemos cada día de nuestras vidas” (Rogers, 2004:7). Para Calvo Muñoz (2002:231) el aprendizaje informal “es polifacético: no se reduce a uno solo por vez, sino a varios simultáneamente. La simultaneidad se relaciona con la sinergia y el carácter transdisciplinario del saber.”
En cuanto a los elementos del proceso de la educación informal, Jeffs y Smith (1999:6-7) los describen del siguiente modo:
Los educadores informales ingresan a situaciones sociales y culturales particulares con ideas personales pero compartidas acerca de lo que es bueno, con una habilidad para pensar críticamente y reflexionar sobre la marcha, con un repertorio de ejemplos, imágenes, compensaciones y acciones, con una disposición a elegir “lo bueno” más que lo correcto y con una comprensión de su identidad y su papel, para alentar el diálogo entre y con la gente en la situación En la medida en que en la educación informal el aprendiz decide qué aprender, por cuánto tiempo, y puede suspenderlo cuando lo desee, es en esta modalidad educativa que quien aprende lo hace con mayor motivación de logro, como bien lo señala Calvo Muñoz:
Un niño en situaciones educativas informales se esfuerza por aprender más que en la escuela, pero nunca más allá de lo que le es posible según su maduración y desarrollo cognitivo, ni por debajo de sus capacidades. (Calvo Muñoz, 2002:234).
Las formas que puede tomar la educación informal pueden quedar ejemplificadas en la más tradicional, que es la educación familiar, entendida como la variedad de acciones educativas que buscan el fortalecimiento y el enriquecimiento del bienestar individual y familiar, organizando procesos de aprendizaje en el campo del desarrollo humano y la sexualidad, las relaciones interpersonales, la interacción familiar, el manejo de los recursos familiares y la educación sobre la paternidad, la ética y la familia y la sociedad. (Dorling 1987:16).
Otra forma más reciente y promisoria de la educación informal es la discusión con jóvenes ya que, en esta época de futuro cancelado para ellos por el neoliberalismo que los hace no creer en nada, la educación a través del grupo y a través de la discusión informal es uno de los mejores métodos de corregir tan terrible tendencia, ya que no solamente le da a los jóvenes hechos e información, no solamente confianza y práctica en la expresión de sus pensamientos y sentimientos, sino también un sentimiento de seguridad, alguna evidencia tangible de que no todos los hombres están necesariamente motivados por intereses personales, y de que los idealistas no son necesariamente tontos románticos, y de que lo que buscan en la vida no es necesariamente inalcanzable. (Brew, 1950).
La educación informal tiene un futuro quizá más trascendente que el de la educación no formal, aunque esto no sea tan visible para nosotros en México desde el subdesarrollo debido a la casi inexistencia de la educación informal en nuestro país. Sin embargo, podemos otear el horizonte temporal con la visión de Smith (1997) acerca de la promesa de la educación informal: Desde el optimismo, los educadores informales entenderán una amplia gama de oportunidades que surgieran en los espacios cotidianos de aprendizaje; verán los procesos y las relaciones y cómo podrán ser más planos; expresarán inquietudes ciertas y apremiantes sobre la democracia, la justicia y el respeto por los otros; valorarán las experiencias y sentimientos de la gente; trabajarán de manera que ayuden a la gente a profundizar sus comprensiones y compromisos y actuar en consecuencia. (Smith, 1997:4).
Educación formal, no formal e informal:
Articulaciones y superposiciones.
Los tres tipos o modalidades educativas que hemos revisado forman parte de un continuo espectral que va de la educación formal en un extremo, a la educación informal, en el otro, con una franja intermedia que es la educación no formal. Sin embargo, en la vida cotidiana encontramos mezclas de procesos educativos y de aprendizaje ya que la gente enseña y organiza eventos educativos como parte de su experiencia diaria, razón por la cual cualquier discusión sobre el aprendizaje formal y el informal deberá moverse más allá del enfoque simplista del espacio y el contexto y centrarse en los procesos y experiencias que cada uno involucra. En efecto, si bien la educación informal es mayormente conducida por la conversación, también tiene intervalos formales, mientras que la educación formal, guiada por el currículum, no deja de tener intervalos informales (Smith, 1999:4).
A continuación, presentamos un cuadro comparativo de los tres tipos de educación, elaborado con base en tipos ideales y rubros característicos comunes a los tres, extraídos de varios autores.
Cuadro comparativo de los tipos de educación
RUBRO
EDUCACIÓN
FORMAL
EDUCACIÓN NO FORMAL
EDUCACIÓN
INFORMAL
Planeación de la
enseñanza
Deliberada
Deliberada
Incidental, ocasional y esporádica.
Certificación Formal Informal Inexistente
Formal
Informal
Inexistente
Dispositivos de
operación
Rígidos
Flexibles
Ausentes
Producto de aprendizaje
enfatizado
Conocimientos
Habilidades
Actitudes y valores
Grado de abstracción
de los
contenidos
Académicos
Prácticos
Prácticos
Relevancia de los
contenidos
Estandarizados
Individualizados
Personalizados
Control
Externo/ Jerárquico
Autogobierno/ Democrático
Autogobierno/ Democrático
Estructuración
Alta
Alta
Baja o nula
Duración
Largo plazo
Mediano plazo
Corto plazo
Institucionalización
Completa
Eventual
Mínima
Universalidad
Progresivamente
menos personas
Todas las personas
Todas las personas
Ahora bien, en cuanto a las diferencias, Jeffs y Smith (1999) plantean una distinción entre los tres tipos de educación que tendrán que ver con el tipo de contenidos y la modificabilidad de los mismos de tal modo que se tendría un continuo como el siguiente:
Educación informal Educación no formal Educación Formal
Contenidos emergentes Contenidos negociados Contenidos curriculares
Preestablecidos Dicho continuo permite apreciar no sólo la mayor inmovilidad de la educación formal, sino el futuro del desarrollo educativo en la educación no formal e informal que, con su flexibilidad, tienen las mayores posibilidades de sobrevivir en un mundo cada vez más erosionado de las estabilidades.
En cuanto a la articulación de la educación formal, no formal e informal, Colleta (1994) plantea varias interesantes consideraciones al respecto. La primera tiene que ver con la elegibilidad del tipo de educación según el tipo de contenido a trabajar educativamente, de tal modo que si los contenidos son cognitivos y abstractos, la transmisión formal será más efectiva; si los contenidos son afectivos y relacionados con valores y creencias, la transmisión informal será la mejor elección; y si los contenidos son psicomotores, concretos y orientados a la consecución de una habilidad, entonces lo más recomendable sería la educación no formal.
Desde la perspectiva del horizonte biográfico (tiempo) y social (espacio) es posible advertir que los tres tipos de educación son necesarios, y su coexistencia permite, algunas veces, su complementariedad. Sin embargo, como veremos a continuación, cada tipo de educación permite o entorpece el empoderamiento educativo tan anhelado por quienes aspiran a una sociedad más democrática.
Características, fines y objetivos de la educación no formal
Esta idea de la educación no formal surgió en la época de la revolución industrial ante la necesidad de formar a personas adultas (lectura, escritura, nociones de cálculo, etc) para que pudieran formar parte de ese desarrollo industrial.
Otros ejemplos de educación no formal serían los cursos de alfabetización, cursos de formación para el uso de nuevas tecnologías, cursos de perfeccionamiento para profesionales. A lo largo de la vida nos educamos con las tres formas de educación que aunque parecen distintas, están muy interrelacionadas entre si
Una de las características de la educación no-formal es que su enfoque está centrado en el discente. La educación no-formal no se limita a lugares o tiempos de programación específicos, como en la educación formal.
La educación no formal puede proveerse de una forma muy flexible que debe ser promocionado en el futuro.
Toda actividad educativa organizada y sistemática realizada fuera de la estructura del sistema formal, para impartir cierto tipo de aprendizaje a ciertos subgrupos de la población, ya sea adultos o niños.
Sus programas son de menor duración.
Tiene flexibilidad en sus programas y métodos.
Existe una mayor relación con el sector productivo y la sociedad.
Es implantada a través de diversos educadores (profesionales - no profesionales).
No es oficial, no es esencial para alcanzar un grado y no es escalonada.
Su prioridad es brindar los conocimientos, valores, destrezas, habilidades, para satisfacer necesidades
Se evalúa cualitativamente, evalúa capacidades.
Es sistémica, busca la coherencia en todo el proceso pedagógico en sus etapas: investigación, planificación, ejecución y evaluación.
Es menos utilizada. Procesos sociales que no son suficientemente educativos.
Se caracteriza por su amplitud y heterogeneidad y las funciones que abarca van desde numerosos aspectos de la educación permanente (alfabetización de adultos, programas de expansión cultural, etc.), a tareas de complementación de la escuela; desde propias de la pedagogía del ocio, a otras que están relacionadas con la formación profesional. Asimismo atiende a aspectos de la formación política, cívica y social, ambiental y ecológica, física, sanitaria, etc.
Finalidades de la Educación No Formal.
La educación no formal se rige por los principios y fines generales de la educación establecidos en la presente ley. Promueve el perfeccionamiento de la persona humana, el conocimiento y la reafirmación de los valores nacionales, la capacitación para el desempeño artesanal, artístico, recreacional, ocupacional y técnico, la protección y aprovechamiento de los recursos naturales y la participación ciudadana y comunitaria.
Ofrecer a los grupos marginados de la población que no han tenido acceso a los beneficios del sistema escolar una instrucción equivalente a la que puede obtenerse por medio de la Escuela.
Ejercer una función de tipo compensatorio, en favor de los grupos menos favorecidos por el desarrollo socioeconómico, capacitando y adiestrándolos en habilidades y destrezas básicas, para que puedan desempeñar un trabajo económicamente productivo.
Preparar a los grupos marginados por el sistema social para que puedan participar activamente en los procesos de decisiones que afecten su vida personal y comunitaria.
La educación no formal se rige por los principios y fines generales de la educación establecidos en la presente ley. Promueve el perfeccionamiento de la persona humana, el conocimiento y la reafirmación de los valores nacionales, la capacitación para el desempeño artesanal, artístico, recreacional, ocupacional y técnico, la protección y aprovechamiento de los recursos naturales y la participación ciudadana y comunitaria.
Tiene lugar en a través de las actividades cotidianas de los grupos de ayuda mutua, agencias para los servicios humanos y sociales, grupos religiosos, medios de comunicación, clubes, etc... La educación no formal es complementaria a la educación formal.
Está centrada sobre el educando, su contenido posee una orientación comunitaria, la relación entre el coordinador y el educando no es jerárquica, utiliza los recursos locales, se enfoca al tiempo presente, los educandos pueden ser de cualquier edad.
Por lo general la Educación informal no es organizada, no tiene método, en ocasiones es sin intención. La educación informal quedaría así:
Es una educación estructurada cuya finalidad no es la obtención de un reconocimiento oficial. Se podría relacionar con el término educación no reglada o educación no institucional, pero puede tener reconocimiento en determinadas condiciones.
1.2 CARACTERÍSTICAS, FINES Y OBJETIVOS DE LA EDUCACIÓN NO FORMAL.
En la sociedad cognitiva, del conocimiento o de la información, como se ha calificado a la sociedad de nuestro tiempo, todo aprendizaje tiene un sentido propio, fundamental para la formación continua, según el cual el aprender adopta un objetivo funcional (aprender a aprender). La educación entendida como un proceso de capacitación para la autoeducación en contextos sociales a lo largo de la vida, queda estrechamente vinculada a los principios dispuestos para un modelo educativo no formal.
Por este motivo se reconoce a la educación no formal como la herramienta apropiada para lograr la transmisión del aprendizaje fuera del aula con distintos objetivos asimismo propios de la rama a la que estén sujetos ejemplo:
Transmisión de conocimientos básicos y habilidades indispensables para la comunicación y la integración a la cultura nacional.
La capacitación y el adiestramiento para ampliar las oportunidades de empleo, mejorar el ingreso familiar y modificar las condiciones de vida.
La concientización y vertebración social necesaria para generar procesos educativos que propicien actitudes, valores y formas de organización social capaces de operar el cambio social.
Los programas de educación no formal dirigidos a niños adolescentes o adultos están dirigidos especialmente:
- Niños que nunca han asistido a la escuela.
- Niños que abandonaron la escuela tempranamente.
- Adultos que no han tenido acceso a la escuela.
- Cursos de idiomas enfocados tanto a niños como adultos.
- Capacitaciones de todo tipo.
1.3 ÁMBITO DE LA EDUCACIÓN NO FORMAL
Existe una clasificación de la gran variedad de actividades que se ubican conceptualmente dentro de la educación no formal:
-
Alfabetización y educación fundamental de adultos.
-
Reciclaje, perfeccionamiento y promoción profesional.
-
Reconversión profesional de individuos que ya forman parte de la población activa.
-
Orientación profesional y vocacional.
-
Formación e información laborales no relacionadas con la estricta cualificación técnica.
-
Complemento y apoyo de la educación formal escolar.
-
Recuperación y reintegración de sujetos marginados, de sectores y fracasados del sistema escolar.
-
Pedagogía de la tercera edad.
-
Pedagogía del ocio infantil y juvenil.
-
Formación y animación cultural en general.
-
Formación política.
-
Formación religiosa y espiritual.
-
Formación estética y artística.
-
Formación física y deportiva.
-
Formación intelectual.
-
Educación ambiental y ecológica.
-
Educación higiénica y sanitaria.
-
Educación sexual y familiar.
-
Educación cívica y ciudadana.
-
Formación re instrucción de otros aspectos relativos a la vida cotidiana.
-
Desarrollo personal y entrenamiento para las relaciones humanas.
-
Educación especial para disminuidos físicos y psíquicos.
-
Reinserción y rehabilitación social.
La ecuación no formal, pretende dar respuestas a necesidades concretas, que no están cubiertas por ninguna figura prevista, ante la globalización plantea: trabajar en espacios de intervención, explotar innovaciones y dar respuestas al cambio social.
Por lo que la educación no formal pone en juego una serie de estrategias que buscan una serie de procesos educativos.