top of page

3. LA PRÁCTICA PSICOPEDAGÓGICA EN CONTEXTOS DE EDUCACIÓN PARA LA SALUD

 

 

3.1 Intervención pedagógica en el campo de la salud y el bienestar: funciones, actividades y técnicas      

 

El mejorar los conocimientos sobre la salud es un elemento esencial en muchos programas de alfabetización y educación básica. Muchos de estos programas se concentran en la mujer e incluyen nutrición, higiene y planificación familiar. La educación para la salud frecuentemente se combina con otras medidas para mejorar el bienestar y fomentar el desarrollo de la comunidad. Tales programas generalmente incluyen capacitación en alguna actividad lucrativa. Además de las oportunidades de aprendizaje que ofrecen las instituciones formales, las personas adultas también adquieren conocimientos sobre la salud en grupos locales de autoayuda, en grupos comunitarios, en el trabajo y en organizaciones no formales. También obtienen información – de manera informal – a través de la televisión o anuncios publicitarios, o a través de sus padres y amigos.

La educación es un factor determinante en la salud. Es bien sabido que quienes están más predispuestos a tener mala salud no son únicamente los más pobres, sino quienes tienen el menor nivel de educación.

El concepto de una sociedad en proceso de aprendizaje implica una amplia interpretación de lo que es la educación: incluyendo la enseñanza no formal, la informal y la autodidacta en diferentes lugares y contextos.

El aprendizaje sobre la salud es un proceso de por vida que puede llevarse a cabo de varias maneras. A medida que las situaciones de la vida cambian y el cuerpo envejece, los factores de riesgo también cambian continuamente. Por lo tanto, existe una necesidad permanente de adquirir nuevos conocimientos sobre la salud.

La ciencia está evolucionando a gran velocidad en el campo de la salud. Para poder tomar decisiones bien fundadas y poder escoger la mejor alternativa, se necesita tener acceso a la información pertinente y debidamente actualizada. La capacidad para responsabilizarse de la salud también es un factor que compromete. Ya no se trata únicamente de que los profesionistas instruyan a los legos en el campo de la medicina, sino de que los pacientes y la gente sin especialidad en la materia puedan también instruir a los profesionistas y a quienes toman las decisiones sobre sus necesidades.

La educación más eficaz consiste en ayudar a la gente a tomar decisiones con más seguridad y a ampliar su campo de opciones. El ser ‘capaz de responsabilizarse de la salud’ significa ser autónomo en la vida diaria, hecho que le permite a la gente adquirir más seguridad.

La capacidad para responsabilizarse de la salud es un concepto nuevo.

Para promoverlo como un instrumento para el desarrollo de las políticas, es necesario identificar los indicadores de la capacidad para responsabilizarse de la salud en los individuos y en la sociedad. Se tienen que desarrollar estrategias para incrementar la capacidad para responsabilizarse de la salud. Esta es una importante área de colaboración entre los dos sectores.

El comportamiento relativo a la salud:

·        La promoción de la salud es un proceso que permite a las personas controlar y mejorar su salud;

·        La meta de la educación universal no se puede alcanzar mientras las necesidades de salud de todos no sean satisfechas;

·        La educación también debería permitir a las personas vivir saludablemente en un mundo donde el VIH, el SIDA y otras pandemias son un verdadero riesgo para la salud;

·        Las políticas, la gestión y los sistemas deben proporcionar orientación, supervisión, coordinación, seguimiento y evaluación para asegurar una respuesta efectiva, sostenible e institucionalizada a los asuntos de salud;

·        La educación debe permitir a los educandos adoptar una actitud solícita y comprensiva hacia los demás como también comportamientos protectores y saludables para sí mismos.

 

Ejemplo de un proyecto de intervención pedagógica en la salud, es el siguiente:

 

 

3.2 Intervención pedagógica en relación con el ambiente: funciones, actividades y técnicas.

 

Toda intervención ambiental debe tener en cuenta los aspectos educativos y sociales porque las personas, los grupos y las comunidades son los afectados y beneficiarios de las transformaciones en el entorno físico y toda intervención socioeducativa debe contemplar los aspectos ambientales implicados, puesto que ésta siempre se desarrolla en un contexto socio-físico determinado.

 

Los impactos ambientales y sociales que dan lugar a dichos problemas, tienen orígenes que dependen de muchos factores, entre los que podemos destacar: los niveles insostenibles de consumo de recursos, las tecnologías insuficientes,  las prácticas administrativas inapropiadas, las políticas desiguales de desarrollo económico, las leyes y regulaciones que ignoran la verdadera exposición de los seres humanos e innumerables procesos políticos no participativos.

 

Madariaga y Corelo (2003), consideran que el origen principal de la problemática ambiental, lo encontremos en la conducta humana. La falta de información, conciencia y capacidad se constituyen en las principales causales de la inadecuada respuesta social.

 

La crisis del medio ambiente no es un problema moderno, lo nuevo pueden ser sus dimensiones. A esto cabe añadir también que la tecnología ha propiciado una mayor degradación acelerada del medio ambiente y sus recursos naturales, sobre todo cuando no es usada adecuadamente, ya que la capacidad de respuesta orientada a su restauración se desarrolla más lentamente.

 

Por todo ello, es necesario comenzar a pensar en desarrollar intervenciones en, sobre y para el medio ambiente que contemplen como metas, no sólo el bienestar de las generaciones actuales, sino que el prevea la sana subsistencia de las futuras.

Por lo tanto, el modelo de desarrollo socioeducativo que se requiere es un modelo de desarrollo sostenible cuyas herramientas sea una educación centrada en el medio ambiente. Estas funciones pueden y deben desarrollarse tanto a través de la Educación Social como de la Educación Ambiental.

 

El reto de las dos será, por tanto, el de promover una nueva relación de la sociedad humana con la naturaleza, a fin de procurar a las generaciones actuales y futuras un desarrollo personal y colectivo más justo, equitativo y sostenible, que pueda garantizar la conservación del soporte físico -biológico sobre el que se sustenta. El desafío es ante todo, conseguir una educación para la acción social, educativa y ambiental.

 

Posicionamiento de la educación social ante la problemática ambiental

 

Estamos ante una sociedad en la que se producen cambios de manera vertiginosa. Esta rapidez se lleva a cabo, en ocasiones, de forma tan rápida, que dificulta la propia capacidad de responder y adaptarnos a ellos.  En ella aparecen dos perfiles educativos claves: el aprendizaje dinámico y el de aprendizaje para toda la vida vinculados de manera transversal a la incorporación y uso de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación y a la participación crítica y responsable para reaccionar ante las transformaciones y los desajustes.

 

Cabría destacar que hay competencias a llevar a cabo por el educador social que pueden estar ligadas a la temática de la Educación Ambiental como son: saber reconocer los bienes culturales de valor social; dominar metodologías educativas y de formación; capacitar para particularizar las formas de transmisión cultural a la de los sujetos de la educación; capacidad para la difusión y la gestión participativa de la cultura; entre otras.

 

 

Relación entre la educación social y la educación ambiental

 

La educación debe traspasar los ámbitos de la educación reglada, formal, escolar, llegando al marco del desarrollo socioeducativo de personas y colectivos en el contexto de la educación no reglada, no formal.

 

Los iniciales planteamientos educativos surgen en el contexto de formar en valores que faciliten el respeto a la naturaleza en donde las personas realizamos nuestras actuaciones. A este planteamiento en un principio reduccionista (didáctica de la ecología), sucede otro más inter o multidisciplinar que da más importancia a la naturaleza social y cultural del medio ambiente. Esta perspectiva queda de manifiesto en la figura 1.

 

 

 

La educación se convierte en una acción e intervención en el medio. Sin olvidar que este medio es una realidad cultural, construida socialmente. Aquí la educación social, desde la perspectiva se convierte en una educación “sobre, en, por y para” el medio ambiente.

 

Hay que entender el medio ambiente como un conjunto de representaciones, dimensiones interrelacionadas y complementarias, que educativamente debe concebirse como un proyecto social y comunitario. En donde se desarrollen las actividades educativas; al tiempo que, con el compromiso que debe ser el eje que guie las mismas, se debe fomentar la participación, el desarrollo comunitario, etc. (Sauvé, 2006).

 

La Educación Ambiental, no es ni más ni menos que una de las dimensiones de la educación y más explícitamente de la Educación Social. Al igual que aquella debe buscar que los sujetos consigan su adaptación social que les capacite para la convivencia y participación en la comunidad, por lo que debe favorecer y promover las relaciones humanas, a la vez que debe conseguir la madurez social del individuo. (Amador, 2003).

 

La Educación Social y la Educación Ambiental aparecen por lo tanto, como intervención socioeducativa y ambiental, como praxis, con finalidades idénticas a niveles teóricos, objetivos, metodología y en muchas ocasiones contenidos compartidos. Lejos de mantener líneas separadoras, aparecen interacciones e interdisciplinaridad que va a enriquecer y favorecer la comprensión de la crisis ambiental, de carácter social, que es el origen de los desequilibrios ambientales que faciliten la toma de decisiones superadoras de los mismos (Caride y Meira, 2001).

 

Toda intervención socioeducativa tiene que contemplar los aspectos ambientales implicados, puesto que esta intervención siempre se desarrolla en un contexto socio-físico determinado. En este contexto, la educación social y la educación ambiental devienen elementos clave por armonizar la relación entre el desarrollo y la transformación del entorno y el desarrollo personal y social de las personas; en definitiva, lo que desde una concepción amplia podemos denominar desarrollo educativo/ socio/ambiental sostenible.

 

Para concluir podemos decir que a medida que ha ido evolucionando el discurso pedagógico-educativo se ha ido produciendo una modificación en el modelo de educación ambiental imperante en cada momento. La Educación Ambiental debe ser una disciplina cuya intervención debe tener en cuenta los aspectos educativos y sociales ya que las personas, los grupos y las comunidades son los afectados y beneficiarios de las transformaciones en el medio ambiente.

bottom of page